martes, 28 de junio de 2011

MADRID: PISCINAS NATURALES LAS PRESILLAS

Hola a todos,

Continúan las altas temperaturas en Madrid y hay que buscar alternativas para no asfixiarse. Desafortunadamente en Madrid no hay playa así que hay que buscarse la vida para no morir de calor. 

Este fin de semana unos amigos nos propusieron un plan, ir a las piscinas naturales de las presillas. La verdad es que no tenía ni idea de la existencia de estas piscinas narturales junto al Monasterio de El Paular y resulto ser todo un plan de lo más divertido para los enanos y refrescante para todos !!!.  

Se llega a través de la A-1. Se toma el desvío hasta Lozoyuela y luego la M-604 con dirección a las presillas.

En el río Lozoya, bautizado por mi hijo pequeño como el río de Pame, se han creado varias presas que también se utilizan como piscinas naturales. Nosotros fuimos el sábado pasado y eso estaba casi imposible.
Hay un aparcamiento acotado para todos los bañistas pero justo cuando llegamos no dejaron entrar mas coches. Aparcamos a la orilla de la carretera y cual serpas -comida, bebida, enanos- nos dirigimos atravesando el parking a pie y, a 38 grados a la sombra, en busca de AGUA, solo de pensarlo me asfixio de nuevo!!!!

Y sí, de repente, llegas a una explanada con un césped casi de campo de golf, no ves ni media calva, y "cienes y cienes" que caminan, un hormiguero humano que hace que sientas hasta frío.

Nos miramos con cara de póquer pero, afortunadamente, existía una solución, continuar por la vera del río en busca de un campito para dejar nuestras cosas y pegarnos el ansiado baño y así lo hicimos. Caminamos, no mucho, aquí ya protegidos por la sombra de los árboles, pinos y robles, y asentamos el campamento.
14 personas, 5 adultos y lo demás niños. Yo creo que no pasaron ni 10 minutos para que las parejas de novios que estaban a nuestro alrededor desaparecieran. Pobres, no me extraña.

Nos bañamos en el río, el agua bastante fría, transparente, y nos zampamos nuestras tortillas, ensaladillas y filetes empanados.

El paisaje es precioso y no hay que perderse el adentrarse en el robledal con sus vacas pastando, terneros mamando...pero hay que huir de quedarse en la explanada de las presillas en fin de semana y, si se puede, acercarse un día entre semana para pegarse un buen baño en las presillas que nosotros ni catamos.

Aquí os dejo algunas imágenes. De las presillas, no hay ni una.













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