miércoles, 29 de febrero de 2012

UNA ILUSIÓN CUMPLIDA


Hola a todos,

"No sabes la que se lió. Llevó un taco de ediciones especiales y se los repartieron entre dos en uno de los recreos sin que él pudiese hacer nada. No sabes que disgusto tiene.Ya lo sabe la Directora"

"Pues sí que estamos bien. Dos veces en una semana. No sabes como lloraba al llegar del colegio. La noche anterior Seve le había traído unos cuantos sobres y le tocó. Al parecer lo tenía encima del pupitre y cuando regresó de comer ya no estaba. Según me han dicho es prácticamente imposible que te toquen y a Nico le tocaron dos de los tres"

"Creo que lo mejor que hacemos es acercarnos un domingo al Rastro..."

Y así fue como me enteré. Aún recuerdo la ilusión que me hacía que me comprasen sobres " sile, nole, sile, nole..." Os acordáis?. Recuerdo como si fuese ayer una tarde que volvía en ruta con mi amiga, vecina y compañera de clase Begoña,  y su madre (no soy capaz de recordar su nombre) nos estaba esperando en la parada de Zapico. Allí en nada, en un metro cuadrado (por aquel entonces yo ya lo percibía liliputiense y eso que los niños todo lo ven más grande de lo que en realidad es) en un sitio diminuto un señor gordito y bajito tenía un quiosco, un quiosco conserjería ( de las enanas) diría yo. Entraba él y poco más. Todo lo demás estaba apoyado en la fachada y en la propia acera. La madre de Begoña se paró y nos compró sobres a las dos. Me acuerdo perfectamente de la colección. Era la de la abeja Maya. jajajajaj. Me quedé alucinada cuando posó los sobres en mi mano. Cromos nuevos!!! y otra vez la misma cantinela por eso cuando le oí por primera vez a vez a Nico me teletransporte.

Y como os decía así fue como me enteré. Belén me contó que en el Rastro de Madrid todos los domingos acuden los niños con sus cromos para cambiarlos y un montón de vendedores ambulantes maduritos con las estrellas de la colección por un puñado de euros.Y allí fuimos los aun más bajitos y sus padres el domingo pasado. En la parte baja del Rastro en la Plaza de Campillo del Nuevo Mundo un mogollón de cromos de la colección de Adrenalyn expuestos ante sus ojos. 



No sabéis la cara de alucinado que tenía. Primero eligió unos cuantos(3 o 4), de los normalines, de los relativamente fácil que te toquen a 50 céntimos  y después pasó a los balones de oro. "Que precio tienen los balones de oro?" "Los balones de oro los vendemos a 10 euros unidad." " A 10 euros?" "Sí, es prácticamente imposible que salgan y solo hay tres en toda la colección" Ante la mirada aprobatoria y cómplice de su padre cogió su cromo hurtado y añorado de su ídolo, el balón de oro de Messi, con una gran sonrisa y tímidamente preguntó si podía ya rematar su colección de tres balones de oro con el que le faltaba, el de Cristiano Ronaldo.



Un domingo de estos le hemos prometido volver para que pueda cambiar los repes con los niños que a la hora que llegamos ya no estaban. Con su tesoro en una bolsita transparente y una cara de satisfacción increíble nos fuimos a comer por la zona a una de mis plazitas preferidas de Madrid que mañana os contaré.

Y vosotr@s os acordáis de alguna colección en especial?

Espero que os haya gustado. Besos mil. 

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