miércoles, 25 de enero de 2012

NO SABÉIS COMO REMA!!!


Hola a todos,


Tras la caída, afortunadamente sin mucho público presente, me "recompuse" como pude y continuamos paseando hasta dar con un "mar sin playa" definición particular de Guillermo de lo que había ante nuestros ojos. 



"¿Tienen algo de valor?. Aquí me pueden dejar la silla del niño, pero si tienen algo de valor, mejor llévenselo con ustedes". No os voy a engañar tenía mis dudas y sobre todo pensaba en mi cámara de fotos y en los móviles flotando. Aquí en Madrid nunca nos hemos subimos a una barquita con los aún más bajitos y yo veía que Seve dudaba, pero la insistencia de los enanos logró que nos encontrásemos en mitad de la misma. 

Mi experiencia había sido nefasta. En uno de mis trabajos en multinacional "somos todos super guays aunque esté pensando las 8 horas del día como incordiar, por decir algo suave, a mi subordinado y si tuviese o tuviera gorra de plato ya sería capitán general y te aplastaría", se les ocurrió organizar una Gymkana en el parque del Retiro madrileño. Una de las pruebas consistía, en mitad de diciembre, cuando en Madrid hacía un frío de los de antes, en cruzar el lago ida y vuelta. A mi me tocó con Isabel, una chica canaria encantadora que dirigió toda la operación. Yo fui una inútil total como dirían en lenguaje militroncho. Cogía los remos y lo único que lograba era dar vueltas sobre nuestro eje. Con esta experiencia, la cara de duda de mi maridín y la vitalidad del aún más bajito menor, mi cara al pisarla debió de ser bastante expresiva. "Pase usted primero señora, colóquese en un extremo. Ahora los niños y por último usted. Hala, tienen ustedes media hora " " Por favor, no te muevas. Seve, ¿esto no volcará?" Y ahí estaba él con sus remos, como si fuesen unos apéndices más de su cuerpo.... y fue cuando me acordé de la historia del oso.






Una vez finalizado el recorrido en el estanque donde disfrutamos del paisaje y de la monadas varias de los patos, caminamos guiados por la música y nos encontramos con lo que llaman quiosco, una especie de templete grandecito. Ya sabéis que en Barcelona siempre ha habido una gran tradición de Jazz.




Al parecer todos los primer y tercer domingos del mes se reúnen a bailar música Swing en este mismo sitio. Si vivís en BCN os recomendaría que fueseis a ver este espectáculo gratuito. Merece la pena. Esta música siempre me ha encantado y el baile, el Lindy Hop, una especie de mezcla entre el Rock and Roll y el Claqué?, parece de lo más divertido y es muy curioso de observar.







Pasamos una mañana genial en este parque construido en la segunda mitad del S. XIX disfrutando de unas cervecitas y de los maravillosos edificios construidos para la Exposición Universal de 1888, el Umbráculo, que integra el ladrillo, el hierro y listones de madera que da sombra a especies subtropicales y el Invernadero realizado en hierro y vidrio. 






No, no se me ha olvidado. Fue hace bastantes años, aún estaba estudiando en el cole. Fueron, creo que dos veranos. Dos meses de julio consecutivos se fue de campamento al estado de Nueva York y allí disfruto de la naturaleza y se encontró con nuestro oso. Al parecer hacían excursiones de varios días por el monte y dormían en cabañas de madera. Remaban en canoa por un lago natural y sus brazos eran cual remos modelados de ahí su maestría en nuestro lago artificial (teníais que haberle visto, para atrás, para adelante, giros completos pero todo controlado!!!) y una noche lo vieron de lejos y a la mañana siguiente se encontraron con las sobras de su comida desparramada bajo la rama del árbol donde el monitor había colgado la bolsa con los víveres. Parece ser que hasta que volvieron al campamento base se estuvieron acordando del oso, bueno más bien, nunca se ha olvidado del oso...

Espero que os haya gustado. Besos mil.

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